By Humberto
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el término "droga"El fin de semana pasado estaba con mi amiga Christiane; estábamos en su departamento platicando de cualquier cosa y escuchando un poco de música. De pronto y sin más, se paró y fue hacia su habitación de donde sacó una pequeña caja de madera labrada (hecha a mano por indios Chamulas según me dijo) donde guardaba una serie de porros finamente hechos (también a manita jeje). Según ella: solo para ocasiones especiales. Cambió el disco que estábamos escuchando, sacó un porro de la caja, lo prendió y me dijo: “¿Has escuchado el Revolver (Beatles) pacheco?”. Jamás, le contesté. Y me hizo una pregunta que me dejó pasmado: “¿Cómo es posible que puedas escribir acerca del rock y hagas de lado a las drogas, como si estas no tuvieran nada que ver con el?...”. ¡Cuanta razón!
como toda sustancia que introducida en el organismo puede modificar una o más
funciones de éste. Atendiendo a esta definición las drogas pueden clasificarse
en legales (Tabaco, Alcohol y Medicamentos) e ilegales (Cocaína, Marihuana,
etc.).
Las drogas, nos duela o no, están aquí entre nosotros, lo han estado siempre. El uso de la marihuana está documentado desde el 2700 A.C. en la obra de Shen Nung padre de la medicina china. De Asia salta a Inglaterra por ahí del 400 D.C. (inicialmente para hacer papel) y de Europa llega a América por ahí de la época de la conquista y gracias a nuestros amiguitos españoles.
En nuestros tiempos las drogas se han utilizado como puente creativo (así le llaman algunos) y se han adoptado como una eficaz herramienta en el momento de la composición musical. Y vaya que lo ha sido, basta con señalar solo algunos ejemplos muy claros en los que, además de aceptar el uso (y en muchas ocasiones abuso) de sustancias, se hace toda una campaña en pro del consumo de las mismas; y retomando la pregunta de Christiane: ¿Cómo es posible que dejemos a un lado el consumo de las drogas y hablemos de música? Y seamos honestos.
¿Ustedes creen que conoceríamos el Sgt Pepper’s si Bob Dylan no le hubiera dado su primer porro a Lennon y a McCartney aquella noche de agosto del ‘64 en el hotel Delmonico? ¿Creen que conoceríamos la canción Purple Haze si aquél paladín del LSD, Owsley Stanley, no le hubiera regalado a Hendrix el famoso “Acido Monterey” Purple en el Monterey Pop Fest del ‘67? Ahí tienen a Miles Davis cuando, bajo el influjo de la heroína, “improvisaba” y hacía sus mejores composiciones en vivo. Y como no referirse a David Bowie quien compuso el helado y duro Station to Station en solo un fin de semana; ayudado claro, por algunos (varios) gramos de cocaína. También hay un Peter Tosh gritándole a los gobernantes del mundo: “¡Legalize it and don’t criticize it!...” o a Ben Harper diciendo “If you don’t like my fire then don’t come around cause I’m gonna burn one down…”. Y no quisiera dejar pasar esta oportunidad para citar una de las mejores frases que he escuchado con respecto al uso de las drogas:
“…And you want to call your Mother and say: Mother, I can never come home again cause I seem to have left an important part of my brain somewhere, somewhere in a field in Hampshire…” Jarvis Cocker.
Hay quien dice que con las drogas los gobiernos nos controlan para tener naciones parásitas y poco pensantes, para que ellos (los gobernantes), sin pudor alguno puedan hacer y deshacer a su antojo tomando decisiones donde los beneficiados son solo unos cuantos. Por otro lado, hay quien dice que al usar drogas levanta el puño en signo de rebeldía y protesta para darle en la madre al sistema (nervioso central será jeje).
En fin, la opinión de un servidor es que cada quien es libre de hacer con su cuerpo y con su mente lo que se le antoje de la manera que mas le plazca; yo no soy nadie para decir si el uso de las drogas está bien o mal, pero hablando de música (que es el principal objetivo de esta sección) lo único que puedo opinar es lo siguiente: Si todas la canciones mencionadas (y las que faltaron) en este escrito fueron concebidas bajo el influjo de alguna droga, si gracias a las drogas disfrutamos la intensidad de un concierto (no te hagas, no me digas que no borregueaste en el 3 de marzo viendo a Roger Waters), si gracias a las drogas pudimos ponernos un par de audífonos en la soledad de nuestro cuarto escuchando nuestro disco favorito para transportarnos sabe Dios a donde (y regresar sin problema alguno de sabe Dios donde) y estas nos dejaron una enseñanza, cualquiera que esta sea, entonces lo único que me resta decir es: ¡Larga vida a las Drogas!
Now roll something and listen!!!!





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